El Gabinete endurece las normas de seguridad en los aeropuertos

BERLÍN - El Gabinete Federal ha decidido endurecer la ley de seguridad de la aviación para disuadir a los activistas climáticos radicales y otros alborotadores de realizar acciones peligrosas en los aeropuertos; en el futuro habrá riesgo de penas de prisión de hasta dos años.

"Quien invada los recintos aeroportuarios, se pegue a las pistas y obstaculice masivamente el tráfico aéreo, no sólo arriesga su propia vida", explicó la ministra federal del Interior, Nancy Faeser (SPD). Estos incidentes también son peligrosos para muchos transeúntes. El Ministro de Transportes, Volker Wissing (FDP), afirmó: "Espero que este endurecimiento de la ley disuada a los activistas y que no haya interrupciones en la actual temporada alta de viajes".

El núcleo de la reforma prevista, sobre la que aún debe decidir el Bundestag, es la creación de un nuevo reglamento que tipifique como delito la "intrusión intencionada y no autorizada", entre otras cosas, en la pista y en las pistas, si ello provoca la La seguridad de la aviación civil está comprometida.

Cualquiera que atraviese una valla y luego bloquee una pista se enfrentará en el futuro a una pena de prisión de hasta dos años o a una multa. La tentativa también debería ser punible. Anteriormente, en estos casos sólo se debía pagar una multa.

La entrada intencionada y no autorizada a la parte del aeropuerto que los expertos llaman “zona de operaciones” se castigará en el futuro con hasta cinco años de prisión si alguien porta un arma o sustancias tóxicas o si implica la comisión de otro delito para permitir u ocultar.

El sindicato de policía (GdP) acogió con satisfacción la reforma prevista, pero destacó que no es suficiente. Según el vicepresidente de GdP, Sven Hüber, los operadores aeroportuarios deben mejorar la protección técnica. "Las largas vallas que rodean los aeropuertos difícilmente pueden controlarse completamente sólo con mano de obra." Por tanto, es importante invertir más en tecnología de vigilancia y alarma. El sindicato también se pronunció a favor de normas de seguridad legalmente arraigadas a nivel nacional.

En los aeropuertos de Múnich y Berlín-Brandeburgo, entre otros, se produjeron acciones no autorizadas por parte de activistas defensores del clima.