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Contenedor radiactivo perdido en el aeropuerto de Barajas: ¿un fallo evitable?
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) confirmó la recuperación de un contenedor radiactivo que había sido extraviado en la terminal de carga del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Si bien el material fue hallado en condiciones óptimas y no supuso riesgo para la población, el incidente deja abiertas importantes preguntas sobre la eficacia sobre los protocolos de seguridad en el manejo de Mercancías Peligrosas en un aeropuerto internacional, como el de Madrid-Barajas.
Un material sensible, fuera de radar
El contenedor en cuestión, que contenía fuentes radiactivas encapsuladas y blindadas, desapareció temporalmente dentro del área de carga, un espacio muy controlado.
Aunque el CSN destacó que las fuentes radiactivas estaban adecuadamente encapsuladas y no representaban un peligro inmediato, el simple hecho de que un material de este tipo pudiera “perderse” plantea dudas sobre posibles lagunas en los protocolos de seguridad en el manejo de mercancías peligrosas o si se trató de un error aislado.
Un problema de responsabilidad compartida
La desaparición del bulto, podría indicar la necesidad de una mejor coordinación entre las entidades implicadas: empresas transportistas, operadores logísticos, autoridades aeroportuarias.
Cada una de estas partes tiene responsabilidades en el manejo de materiales peligrosos, y cualquier desconexión en los procesos puede dar lugar a incidentes que afectan la seguridad pública y la confianza en las instituciones.
Otro aspecto que genera preocupación es la limitada información ofrecida sobre el incidente. Más allá de la recuperación exitosa del material, no se han detallado las causas exactas del extravío.
Lecciones para el futuro
El CSN ha logrado localizar el bulto sin incidentes, pero este hecho no debería ser motivo para dar por cerrada la investigación.
Es necesario realizar una investigación exhaustiva para identificar los puntos débiles que permitieron el extravío y garantizar que no se repita, y aquí juega un papel importante la Agencia Estatal de Seguridad AESA, quien audita y hace inspecciones recurrentes en este tipo de instalaciones.
El incidente en Barajas debería servir como una llamada de atención para revisar o mejorar los protocolos logísticos y evitar que un error como este, pueda llegar a poner en riesgo la seguridad pública.