VeN                                         OPINION                                           LABORAL


Los empleados reivindican una subida salarial y un sistema de jubilación que recompense sus carreras profesionales.

 Este año está siendo uno para olvidar para Boeing. El fabricante norteamericano ha hecho frente a multitud de problemas: graves fallos de seguridad, denuncias por malas prácticas por parte de sus empleados, caída de ventas y en bolsa, sanciones millonarias por los accidentes de sus aviones e incluso un gran fracaso espacial con el StarlinerA todos estos quebraderos de cabeza se suma la posible huelga de 32.000 de sus empleados.

El gigante aeronáutico y la Asociación Internacional de Maquinistas tienen en vigor un contrato que expira el próximo 12 de septiembre y ambos no han alcanzado un pacto aún sobre los términos de la renovación. El 99,9% de miembros del sindicato ha aprobado la autorización de huelga para este mes de septiembre.

Las reivindicaciones de los empleados

Uno de los presidentes de los distritos, Joe Holden, asegura que sus propuestas «no sólo son razonables sino esenciales para estabilizar una empresa que actualmente está en caída libreMientras los líderes van y vienen, son los miembros de la Asociación Internacional de Maquinistas quienes fabrican, perforan, sujetan, ensamblan y prueban los aviones».

Los trabajadores reivindican una subida salarial, más vacaciones, un sistema sanitario y un sistema de jubilación que recompense sus carreras profesionales. Boeing tendrá que sentarse a negociar nuevas condiciones si desea evitar la primera huelga en 16 años que podría llegar en el peor momento posible. A día de hoy el fabricante pierde dinero a espuertas y el nuevo CEO Kelly Ortberg tiene la misión de frenar la huelga pues la compañía no se puede permitir un parón.

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